Revista Cero

Sobre la artesanía y el diseño Podcast «Polifonías e[ad]» PUCV

Extracto del episodio podcast «Polifonías e[ad]» PUCV: «Sobre la artesanía y el diseño» Entrevistada Daniela Salgado. Reseña Daniela Salgado es diseñadora industrial y doctora en Arquitectura de la Universidad Libre de Bruselas (ULB). Ilustración Constanza Sepúlveda. Edición Jaime Ramírez y Celinda Tapia.

Entrevista: Entrevistadora Katherine Exss.

Fotografías: Daniela Salgado

Fieles a su sello de una mirada poética frente a la condición humana, el podcast Polifonías de la Escuela de Arquitectura y Diseño de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, habita el espacio virtual de la plataforma de streaming Spotify, creando territorios virtuales para el diálogo y la reflexión en torno a distintos temas vinculados al diseño, tal como el que seleccionamos para esta publicación —entre las académicas Katherine Exss y la diseñadora industrial y doctora en Arquitectura de la Universidad Libre de Bruselas (ULB) Daniela Salgado—, quienes conversaron en torno al vínculo permanente entre diseñadores y artesanos.

La conversación que presentamos a continuación es un extracto del episodio “Sobre la artesanía y el diseño” emitido el primero de abril del 2021, en el Podcast Polifonías e[ad] de la plataforma Spotify. El cual se estructura a partir de un artículo de Daniela Salgado, publicado en la edición número 9 de la revista Acto&Forma, denominado: “La Vuelta a la Producción Global y la Alternativa Relacional de los Artesanos”.

Su investigación actual se centra en las fricciones entre la artesanía y los aspectos relativos al desarrollo del diseño, en los circuitos locales y globales desde una perspectiva crítica y decolonial, que toma como caso de estudio el pueblo de alfareros de Pomaire en Chile.

 

¿Nos podrías contar sobre tu investigación de doctorado y específicamente desde dónde surge el interés por abordar el caso de la artesanía?

D— Mi tema de investigación se relaciona con la situación del diseño industrial en Chile, porque desde mi formación siempre hubo una conexión muy grande entre los diseñadores y los artesanos. Después de la escuela me interesó la modalidad de interacción que había entre ellos, porque nosotros los diseñadores siempre estamos haciendo, asimismo respetamos y admiramos ese oficio, por medio de las habilidades y también por la capacidad de poder trabajar con la materia. Entonces desde ese interés, fricciones y vínculos, se me presenta la posibilidad de estudiar el sistema económico que existe en Chile y las fricciones que repercuten también en los artesanos, relacionándose al hecho de que en Chile existe un proceso de disminución de la industria y de la producción local. Durante mi formación los diseñadores trabajamos con los artesanos, siempre nos manteníamos en el campo de ese oficio, no solo dentro del campo de producción industrial. Eso me condujo a la problemática de investigación que mantengo en el doctorado y a través de ella y las diferentes lecturas de los diversos trabajos de campo, surgen complejidades del mundo en el que estamos. Me parece que la forma de ser y de vida del artesano es una buena alternativa, debido a que en su producción siempre considera las dimensiones territoriales, antropológicas y creativas. 

En tu artículo partes declarando un rotundo No a esta idea de volver a la normalidad después de estas crisis que estamos viviendo. ¿Podrías contarnos un poquito más sobre esta postura?

D— Lo interesante de este número de Acto&Forma (Nº 9), es que hace un llamado a presentar papers relacionados con el tema de la pandemia y a la crisis global que estamos viviendo. Mi postura se basa en una parte del artículo que escribió el sociólogo y filósofo francés, Bruno Latour. Él llama a no volver a la normalidad, en el sentido de no volver a la vida que teníamos antes. La pandemia, debido a que pasó por diferentes esferas, nos permite cuestionarnos diferentes situaciones. Volver a la normalidad sería contraproducente, sería una pérdida no reflexionar en torno a cómo vivimos y en este caso —teniendo en cuenta lo que él también plantea—, sería descartar la reflexión que puede existir en torno a la producción global, de la que todos somos parte por medio del sistema capitalista que mantenemos. Lo que él plantea es esta reflexión sobre nuestras relaciones sociales y sobre nuestra relación con los materiales y la producción global, que en el fondo implica una devastación de los territorios. Es bonito lo que dice Latour, expone ejemplos simples pero que incitan a ser cuestionados por medio de la realidad que uno concibe. 

 

En el texto también te refieres a la relevancia de la como un sistema relacional de producción. ¿Nos podrías explicar más ese punto? 

D— Esa es una idea que han tratado pensadores, también vinculados al diseño, como por ejemplo Arturo Escobar o Tony Fry, que hablan sobre la idea de lo relacional y sobre el cuidado de los otros. Cuando entrevisté a diferentes artesanos de Pomaire y de otros lugares, me di cuenta de que habían muchas distinciones sobre lo que ellos consideraban ser artesano. Si uno va a ver la política de artesanía en Chile o si uno toca el tema de la artesanía como tal, existe un campo que se relaciona con el oficio, con las culturas populares y el arte popular, y que muchas veces está por sobre las definiciones históricas de lo que es ser artesano. Es interesante intentar definir qué es la artesanía, porque es un campo enorme y lo que me llamó la atención en las entrevistas que realicé, es que pude notar que lo que parecía unirlos, de cierta manera, era el reconocimiento que ellos tenían desde la comunidad, ellos quizá compartían una idea de que estaban dentro del imaginario colectivo de lo que era ser artesano; es decir, el trabajo no es solamente trabajo, sino que es un aporte social que se vincula a lo territorial: a la comunidad. Entonces para muchos de los artesanos que entrevisté, esto era como una forma de entregar algo social, la vida y el trabajo como algo integrado. Yo creo que lo relacional se vincula justamente a la integración que aparece en la artesanía, del ser artesano, del hacer y del cuidado dentro de la comunidad, un cuidado que gira en torno a las diferencias y también a los materiales. Es interesante, porque en Chile, debido a la privatización de diferentes lugares, se ha perdido la relación que existe con el material, entendiéndolo como parte de esta cadena que es la vida. El respeto hacia esas materias es un modo de relacionarse con el mundo.

 

«Yo creo que lo que puede aportar el diseño a la artesanía, es una sistematización dentro de los procesos de producción, una comprensión sobre los usuarios dentro del proceso de diseño. A mí me da la impresión de que los diseñadores tenemos el rol de educar y de generar valorización sobre este tipo de producción. La idea del consumo local es una responsabilidad que deberíamos tener los diseñadores».

 

¿Te has encontrado en la artesanía con algo que no hayas imaginado en torno a los procesos industriales?

D— Sí, creo que hay una tendencia a la industrialización. También creo que hay algo que está pasando cada vez más y lo encuentro interesante para mi investigación; es el tema de que se intenta sacar la artesanía de los objetos y se pone en otras esferas, por ejemplo, en la práctica de talleres, la educación y también en hacer objetos de exhibición, que no necesitan responder a una lógica de producción constante. Lo otro que también es interesante, es que se ha empezado a abandonar la figura preconcebida de que el artesano está en todos los procesos de la producción; hay muchos artesanos que trabajan en una pequeña parte de la producción, que contribuyen muy poco a la creación de un objeto, pero que su tarea sigue siendo relevante. Dentro de la producción de una pieza existen varias manos que se incorporan. Ahora bien, esto no es excluyente. 

Las nuevas tecnologías que vemos en diseño, por ejemplo, todos los laboratorios de fabricación, ¿de alguna manera repercuten en los procesos de los artesanos o no están relacionados?

D— En el caso de Pomaire yo creería que no. Por ejemplo, el cambio de los hornos, a algunos les parece bien y a otros les parece mal, porque en general se usan los hornos a leña y tratan de hacerlos cada vez más eficientes, pero existe una alta contaminación en el pueblo. En ese caso las tecnologías podrían aportar mucho. Luego existen fricciones frente a la tecnología, ¿Por qué, hasta adónde puedes usar la tecnología en un objeto y que siga siendo artesanal? Como producto uno no lo ve, pero sí son fricciones que existen dentro de la comunidad. Por otro lado, el problema de la tecnología de fabricación digital es la democratización, no es esta figura romántica del artesano que trabaja, digamos, ‘trabajosamente’, sino que al final existe una lógica que gira en torno al valor del producto y a su venta. Un artesano sabe perfectamente cuánto le cuesta realizar una pieza. Yo creo que por eso mismo, una tecnología que no responda a esa lógica, que no sea factible dentro de la comercialización de los productos, no será aceptada por las comunidades. Cuando fui llevé algunas piezas impresas en 3D, era para poder analizar su forma; la morfología. Era interesante, cuando yo le presentaba las piezas a algunos artesanos para que me explicaran qué es lo que había cambiado y cómo se relacionaban con estas piezas o cómo se producían, ellos me preguntaban inmediatamente el precio de producción y cuánto tiempo demora hacerlas. Dentro de la artesanía en Pomaire, tienen que ser capaces de reparar sus máquinas, no es un circuito cerrado, eso mismo hace que sea una comunidad sustentable. 

 

Entonces, por lo que me cuentas, cada artesano conoce perfectamente sus procesos y tienen que ser capaces de conocer y reparar el material. 

D— Sí, conocen el material, es un conocimiento empírico que se da con el tiempo. Uno crece en torno a la relación del conocimiento del material, es una relación íntima; eso es parte de lo relacional con los artesanos. 

 

«Los diseñadores tenemos que estar ahí generando esos espacios, también los encuentros entre diferentes comunidades y con los distintos productores, la idea es salir de la noción jerárquica que existe en torno a estas relaciones. Tenemos esa habilidad que se relaciona con la comunicación y con la observación, no de un solo lugar, sino de varios. Esto se puede convertir en un agente potenciador de las cualidades que existen en cada espacio».

 

¿De qué manera el diseño se puede nutrir, observando estos procesos artesanales y de qué manera los artesanos se pueden nutrir desde una perspectiva de diseño? 

D— Yo creo que lo primero, es justamente el tema del respeto en torno a los materiales y con el territorio, este ciclo de vida con la materia. Y lo otro que me parece interesante es que existe una cierta resiliencia, además no sigue las lógicas del diseño profesional moderno, entendiéndolo como una herramienta de consumo masiva y global, que tiene cierta estética y responde a la moda y que por eso mismo va cambiando. Si bien la artesanía tiene todas estas características, no es algo que se mantenga rígido, todo lo contrario, se va transformando; se produce lo que se tiene y se vende lo que se tiene. Yo creo que lo que puede aportar el diseño a la artesanía es una sistematización dentro de los procesos de producción, una comprensión sobre los usuarios dentro del proceso de diseño. A mí me da la impresión de que los diseñadores tenemos el rol de educar y de generar valorización sobre este tipo de producción. La idea del consumo local es una responsabilidad que deberíamos tener los diseñadores; es decir, generar estas dinámicas de consumo local, difundir la idea de por qué es importante trabajar con los materiales que nosotros tenemos y cuáles son las energías, algo que tiene que ver con la crisis de la pandemia y con la crisis medioambiental. Los diseñadores tenemos que estar ahí generando esos espacios, también los encuentros entre diferentes comunidades y con los distintos productores, la idea es salir de la noción jerárquica que existe en torno a estas relaciones. Tenemos esa habilidad que se relaciona con la comunicación y con la observación, no de un solo lugar, sino de varios. Esto se puede convertir en un agente potenciador de las cualidades que existen en cada espacio.

— Si te interesa conocer más episodios del Podcast Polifonías e[ad] puedes acceder desde el siguiente enlace:

tiny.cc/podcast_polifonias 
— Si quieres descubrir más detalles sobre la publicación de Daniela Salgado, puedes acceder a su artículo desde el siguiente enlace:
actoyforma.cl/index.php/ayf/article/view/106
— Además, puedes acceder a otras publicaciones de la revista Acto&Forma de manera abierta en:
www.actoyforma.cl



Proceso de modelado de la greda por vaciado. Piezas producidas por el artesano Pedro Sepúlveda.

Proceso de modelado de la greda por vaciado. Piezas producidas por el artesano Pedro Sepúlveda.